La franja costera que funciona como corredor turístico desde Cancún hasta Tulum despliega 130 kilómetros de costa con arenales paradisíacos para el baño y ruinas mayas rodeadas de purita selva, junto a un amplio surtido de opciones de ocio y tiempo libre, están los servicios de deporte como alternativa.
Si se prefiere el confort de las grandes ocasiones en el mínimo tiempo, la opción habitual es una estancia en Cancún combinada con una visita en autobús hasta la entrada al parque que custodio las pirámides de Chichén Itzá.
PIRÁMIDES DE YUCATÁN
Al ser el conjunto más potente de la zona, también es el más concurrido y repleto de puestos de souvenires, restaurantes y fanfarrias, así que resulta recomendable acudir en horarios intempestivos para evadirse de los grandes circuitos. Con todo, Chichén Itzá (www.chichen.com.mx) o Boca de los pozos de los brujos del agua –en maya– encarna el apogeo de esta civilización, con su arquitectura en piedra entre la vegetación y el mar; siempre impresiona. Destaca el edificio de 55 metros de altura llamado El Castillo, construido con el propósito de preservar la paz y apegarse a los designios de los dioses de la naturaleza.
En caso de preferirse algo alternativo y pausado, la visita al monumento se puede distanciar con preliminares como los yacimientos de la Ruta Puuc, al norte de la Península, que integran pequeñas joyas: Labná, Xlapak, Sayil, Kabah y Uxmal. Todas comparten características arquitectónicas similares, en especial los recursos de fachadas e iconos que referencian al dios de la lluvia: Chaac. Por carreteras sin peaje, se invierten unas cuatro horas y puede realizarse tanto desde Cancún como desde Mérida o Playa del Carmen. A cambio, se realiza un itinerario sin aglomeraciones, casi un descubrimiento.
PLAYA DEL CARMEN E ISLA MUJERES
Aunque Playa del Carmen ha sido una de las protagonistas del potente desarrollo de la zona, aún conserva ecos del típico pueblo caribeño que fue: pesquero, tranquilo y marinero. De noche, con una agitada vida nocturna y tiendas de moda iluminadas, despide aires cosmopolitas. Se encuentra frente a la isla más grande del país: Cozumel, y en plena Riviera Maya. No es tan barata como en sus inicios, pero muchos insisten en dormir en cabañas de techo de paja o palapas con hamacas en el porche: es cool. El esnorquel en toda la zona, incluida la cercana Isla Mujeres, y los baños de sol en topless, junto con la buena onda de sus chiringuitos playeros y tabernas, resume la filosofía de un rincón cada vez más apreciado por los viajeros que buscan una propuesta vacacional sin la tutela del todo incluido. Una de las experiencias más impresionantes es el buceo con el Rhincodon Typus o tiburón ballena (www.whaleshark-mexico.com) desde Isla Mujeres o Holbox. A unos metros de la Quinta Avenida, el restaurante Yaxche (calle 8 entre avenida 5 y 10, www.mayacuisine.com) sirve cocina tradicional maya, como la crema de chiplotle, la ensalada de mango y los camarones a la diabla. También organiza cursos de cocina.
Hacerse con una visión auténtica de esta cultura precolombina traspasa con creces las fronteras del estado. El testimonio de sus 102 sitios arquitectónicos reconocidos se distribuye por cinco países del istmo: Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice y México. Sólo en este último, el legado exige recorrer el sureste del país, y en sentido estricto, comprende lugares que algunos viajeros no habrían incluido a primera vista dentro de esta calificación, como la zona arqueológica de Comalcalco (abierta de 9 a 17 horas), en Tabasco, una necrópolis de periodo clásico construida con ladrillos y estuco de ostión, un tipo de conchas marinas. O el ascenso a Edzná y la impresionante ciudad de Calakmul (www.calakmul.biz), en Campeche, una de las más grandes y antiguas, descubierta a 20 kilómetros de la frontera de Guatemala, en medio de una importante Reserva de la Biosfera.
LA COSMOLOGÍA DE PALENQUe
Si muchos lugares adscritos a la denominación están vinculados a Yucatán –como Dzibilchaltún y Ek Balam–, en Quintana Roo muestran con orgullo Tulum y los edificios y canchas de juego de pelota en Cobá y Kohunlich. Aunque ninguna ruta maya mexicana está completa sin detenerse en Chiapas y el centro ceremonial de Palenque (www.inah.gob.mx. 29 €), donde los mayas resumieron su mística concepción del universo. Es menor en extensión que Tikal (www.parque-tikal.com), en Guatemala, o Copán (www.copanhonduras.org), en Honduras, pero este yacimiento representa el apogeo de la civilización maya.
Las imponentes construcciones del Templo de las Inscripciones, el Gran Palacio y el Observatorio, rodeados de una exuberante vegetación, no tienen parangón cuando abre a las 8 horas. Entonces, todavía la selva está cubierta de neblina y los animales ocupan las ruinas sagradas.
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